La Fundación Chamangá para la formación de jóvenes vocacionales surge en el año 2000 por iniciativa de un grupo de amigos uruguayos y franceses que se propusieron promover a los jóvenes uruguayos, potenciando sus vocaciones y ayudando a su formación mediante la concesión de becas. El cometido de la beca es impulsar al joven a continuar sus estudios, iniciar una formación terciaria y/o universitaria, retomar la formación que debió abandonar por motivos económicos o familiares o culminar la misma para poder insertarse en el campo de su vocación. Se apoya a jóvenes entre 18 y 30 años de edad que demuestren una clara vocación y que aspiren a formarse como técnicos, docentes, artistas o profesionales universitarios para ejercer su profesión al servicio del desarrollo económico, cultural y social del país.