“Este año logré terminar mi carrera y ser Trabajadora Social, recuerdo lo que fue todo el camino para llegar a donde estoy hoy, y en ese camino está Chamangá. Ser becaria de la Fundación fue uno de esos primeros impulsos para poder venirme a Montevideo, luego fue el sostén para poder continuar con la carrera, hoy considero que fue una de las experiencias más importantes para crecer y dedicarme a lo que me gusta.
En ese momento, fue encontrarme en un mundo muy desconocido para mí, con un apoyo distinto, estaba lo económico que ayudaba un montón, pero también estaba el acompañamiento que necesitaba para poder continuar, un acompañamiento muy cercano y humano que hizo de esta experiencia algo único y duradero, y que todas y todos las y los que pasamos por ella recordamos y llevamos con nosotr@s. Experiencias como éstas nos hacen crecer personal y profesionalmente, y además, nos motiva a quedarnos cerquita y seguir siendo parte, ver en cada generación de becarias y becarios historias y recorridos distintos pero encontrarnos con algo en común que es la vocación, las ganas de poder estudiar lo que queremos”.