El pasado viernes 15 de abril se llevó cabo la Reunión de Tutores y Referentes de los Trabajos Comunitarios, compartiendo experiencias, expectativas y testimonios de becarios entorno a esta gratificante tarea. También trabajamos a partir del pensamiento de José Luis Rebellato aportando nuevos matices en este proceso de construcción de este Rol.
A continuación compartimos con ustedes una reflexión que realizó nuestro querido tutor de Actuación:
¿Por qué colaboro como tutor de la Fundación Chamangá?
Trabajo en la educación y siento un enorme desafío con esa tarea. La Humanidad atraviesa una profunda crisis y una de las llaves para la transformación siento que está en la educación. Pero para que esto sea así, también tenemos que transformar nuestra visión de la educación. En vez de adiestrar a nuestros niños y jóvenes para que reproduzcan los modelos que vemos claramente que han fracasado, deberíamos plantearnos la educación como el espacio en el que el ser humano pueda autoconocerse, desarrollar su potencial creativo y verse motivado a transformar la realidad . Más que enseñar, ayudar a aprender.
Arrastramos siglos jerarquizando a nuestro cerebro intelectual por encima de nuestros otros dos cerebros: el emocional (mamífero) y el instintivo (reptil). Este sometimiento autoritario no ha hecho otra cosa que inducir al ser humano hacia la competencia, el egoísmo, el enfrentamiento y la lucha por el poder. Es necesario comenzar a equilibrar nuestras inteligencias y para eso se hace fundamental trabajar desde el afecto. Desarrollar la inteligencia emocional significa desarrollar la capacidad de empatía, de ponerse en el lugar del otro, la capacidad de relacionarse con el otro desde la colaboración, la cooperación y la solidaridad. Y si eso está presente, no hay temor en que también se desarrolle nuestro ser instintivo con libertad y responsabilidad (responder con habilidad).
La Fundación Chamangá es una hermosa herramienta que me permite aportar mi granito de arena para guiar desde el corazón y desde la experiencia de vida, a jóvenes vocacionales para que puedan construirse a sí mismos como co-creadores de un mundo más solidario, más feliz y más amoroso.
Bernardo Trías